jueves, 30 de mayo de 2013

libertad y despotismo

Rara vez soy consciente de la suerte que tengo de ganarme el pan donde lo hago, entre otras cosas porque me brinda una oportunidad fantástica de zambullirme en toda la gama de ideologías justificativas del régimen, del mundo en que vivimos, el mejor de los posibles y para el que no existe alternativa. En fin, que tengo a mi vera una fauna que ni os imaginais: desde el más recalcitrante integrista nacional-católico hasta el más ye-ye de los progres buenrrollistas (que, a fuerza de intentarlo, han conseguido hacer sus cerebros "líquidos"), pasando por toda la gama de "responsables" gentes de orden y "románticos" ultraliberales.
Pues bien, el más reciente ejemplo de interesante conversación, digna del mejor Pangloss, ha girado en torno a la LIBERTAD humana, y cómo se ve amenazada por los servicios públicos. No estoy seguro si Monsieur Voltaire se habría indignado o se habría descojonado de la risa.