martes, 10 de enero de 2012

el dinero que se oxida

Últimamente estaba observando en los blogs que sigo que aparecía recurrentemente una aparente memez: la solución de todos nuestros problemas (solo los económicos, supongo) está en el dinero que se oxida.
Más o menos viene a decir que el problema económico es el drenaje de recursos sociales que se llevan los financieros vía intereses, y que eso se debe a que, mientras las mercancías tienen "costes de mantenimiento" el dinero no. La solución: establecer un "dinero que se oxida"; en la práctica, establecer (por medio de la coacción del Estado) algún tipo de coste para el mantenimiento de saldos en dinero.

Al principio no le presté mayor atención que a otros comentarios que contienen sugerencias bienintencionadas sin mucho análisis riguroso detrás (que recuerdan mucho a los arbitristas, los "locos razonadores" del s.XVI). El caso es que no veía tampoco contestaciones a estos comentarios, por lo que, al ver que se repetían incluso pensé que podría tratarse de una auténtica campaña troll. Como no le daba mayor importancia nunca me fijé si los usuarios que hacían estos comentarios coincidían.

El último ejemplo que he visto de esta "teoría" está en un comentario a un post de Alberto Garzón. El caso es que me dio la pista para averiguar más sobre el particular: se refería a un tal Silvio Gesell, y san google me dio la información que necesitaba. Incluso Keynes le dedicó buenos elogios en su Teoría General, aunque como señala el Dr. Julio C. González aquí, se desmarcó en aspectos concretos.
En todo caso, mi curiosidad no hubiera crecido tanto como para buscar más si no fuera porque el citado Dr., citando al citado Lord (Keynes), no señalara que se trata aquí de un "socialismo antimarxista" cosa que me resultó curiosa. Efectivamente, sabemos que todo crítico de Marx encuentra buenos foros para difundir su mensaje, sea este mejor o peor, incluso aunque apeste desde el principio. De momento, hojeando las primeras páginas he encontrado esta joya:
"Carlos Marx por ejemplo no ha dedicado cinco minutos de reflexión a la teoría del dinero, lo que atestiguan sus tres gruesos volúmenes 'El Capital'  que tratan del interés" (S. Gesell, El Orden Económico Natural; por Libremoneda y Libretierra,  Berlín,1916, disponible en http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/SilvioGesell/SilvioGesell_ElOrdenEconomico_Indice.htm, p. 11, énfasis añadido por lo alucinante de la afirmación)

La obra de este señor parece que se basa en la cuestión monetaria, que últimamente estoy estudiando, y dado que el editor de ese libro (uno de sus hijos) tiene toda la razón al afirmar que el libro está ahí, y solo cabe "refutarlo o reconocerlo" (pág. 3), ya me lo he descargado y empezaré a estudiarlo (al menos el tomo I)... Ya os contaré.


2 comentarios:

  1. El dinero que se oxida... ¿no es simplemente la inflación?

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    1. bienvenido javier!
      No sería exactamente la inflación, aunque el efecto sería el mismo.
      No he llegado a leer las propuestas de la "Libremoneda" que "se oxida", la parte "dispositiva" del libro del tal Gesell. Me he quedado en los primeros capítulos del tomo I ("lo que es el dinero") y no creo que siga mucho más, porque ya en las explicaciones de lo que es el dinero tiene errores de bulto, aunque sí tiene consideraciones útiles sobre la historia del dinero o el concepto del dinero.
      Pero por lo que he leido en el comentario citado en el post (el del blog del camarada Garzón) "el dinero que se oxida" consiste más o menos en tomar medidas de "estímulo" para evitar que se atesore dinero.
      Es decir, para acabar con las "trampas de liquidez" se impondrían unos costes de mantenimiento de saldos líquidos.
      La inflación se puede entender como un coste de mantenimiento del dinero, pero es un coste "externo", de circunstancias. El que propone esta gente es un coste inherente.
      Se podría comparar con los costes de mantener unas latas de tomate frito: poco a poco se van estropeando y hay que tirar a la basura un porcentaje de las latas. Este sería el coste "inherente".
      Si viene un incendio o una helada y se pierden la mitad de las latas, este sería el coste "externo", comparable a la inflación. Lo único, que la inflación es tan frecuente y tan perenne como si hubiera heladas e incendios leves regular y constantemente.

      saludos

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